Se maximizaría la producción de arándanos, mangos y mandarinas y promover cultivos rentables como el cerezo y las frambruesas.
La Libertad se consolida como la tercera región agroexportadora del
Perú gracias a los envíos de paltas, arándanos, espárragos, superando
los 1150 millones de dólares anuales. El destrabe del proyecto de
irrigación Chavimochic III catapultaría a la región Norte como “potencia
de la agroexportación peruana” principalmente por una mayor producción
de arándanos; sin embargo, agroindustrias y productores deben apostar
por una agricultura sostenible y saludable.
Las agroexportaciones
desde la Libertad pasaron de USD 58 millones en el año 2000 a más USD
1,150 millones en el 2018. Es decir, un incremento sostenido de 20% al
año, llegando a más de 45 destinos diferentes entre los que destacan
USA, Países Bajos, España y el Reino Unido. La comercialización de
arándanos frescos superó los USD 410 millones; mientras que las paltas
frescas bordearon los USD 293 millones y los espárragos -frescos,
conservas y congelados- obtuvieron USD 195 millones.
Para Martín
Ponce, gerente de ventas de la región Norte de Yara Perú, el éxito de la
región responde a las buenas prácticas agrícolas empleadas por las
agroindustrias y productores. “No solo basta con alcanzar rendimientos
competitivos por hectárea, es fundamental asegurar la calidad y la
sanidad del cultivo ante mercados internacionales cada vez más
exigentes. Sin un programa de nutrición de cultivos balanceado, manejo
fitosanitario y gestión del agua y del suelo no se produciría tan
eficientemente.
Oportunidades
El norte del Perú -La
Libertad, Lambayeque y Piura- es un territorio óptimo para producir
diversos cultivos durante todo el año debido a la diversidad de
microclimas. La región tiene potencial para maximizar la producción de
arándanos, mangos, mandarinas, etc., y promover nuevos cultivos
rentables como el cerezo y las frambuesas cuya demanda en el mercado
internacional está insatisfecha.
“El destrabe de Chavimochic III
en La Libertad incrementaría las áreas cultivables en 63,500 nuevas
hectáreas y permitiría mejorar otras 48 mil. De todas maneras, la
ejecución de este proyecto de irrigación potenciaría la agroexportación y
generaría miles de empleos indirectos que requiere la agricultura para
desarrollarse”, señaló el ejecutivo de Yara.
Agricultura sostenible y saludable
La rentabilidad económica, el respeto por el medio ambiente y la
seguridad de agricultores y consumidores son los pilares sobre los que
descansa la sostenibilidad de la agricultura. Se trata de maximizar la
eficiencia productiva, minimizando los recursos utilizados por unidad de
alimento producido y el impacto ambiental.
La Unión Europea ya
puso en marcha una serie de políticas ambientales con el objetivo de
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera la
agricultura. El año pasado recomendó a los agricultores sustituir la
urea por fertilizantes basados en nitratos. Esta medida reduciría hasta
en un 60% las emisiones de GEI por unidad de nitrógeno.
Por otro
lado, cada vez son más los mercados que imponen restricciones a la
importación de cultivos por medidas sanitarias. “A inicios de año se
estableció un nivel máximo de presencia de cadmio (metal pesado) en el
cacao. Hoy se le exige a nuestro mango estar libre de mosca de la fruta
para poder ingresar al mercado europeo. Esta tendencia continuará con
restricciones más severas porque los mercados quieren productos más
saludables para sus poblaciones.
Para Yara, empresa noruega líder
mundial en producción y comercialización de nutrientes para cultivos,
parte de la respuesta al problema está en una adecuada nutrición del
cultivo. Los agricultores deben proporcionar un manejo integral de la
nutrición del suelo y de las plantas para controlar la toxicidad de
diferentes metales pesados y aumentar la resistencia ante posibles
plagas y hongos.
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